UNA CANASTA DE AMOR
Recuerdo de pequeño cuando mi
profesor de educación física en la
escuela primaria, allá por el año 1971, me invito a participar del equipo del
colegio con niños que me llevaban
ventaja en la practica del básquetbol, dizque mi maestro vio en mi a un niño
muy vivaz y lo que aquí en el Perú le llamamos “mosca”, me saco del fútbol para
jugar básquet deporte al cual me
entregue con todas mis fuerzas llegando a ser mi preferido.
No tenia idea de cómo se jugaba
el básquetbol pero mi profesor solo me dijo que diera bote y cuando deje de
hacerlo lance, obediente le hice caso y paso algo inesperado, mi primer
lanzamiento a lo que salga desde una esquina del campo de juego ingreso a la
canasta y así empezó mi idilio con el básquetbol,
no había recreo que no juegue baloncesto, me divertía mucho practicándolo, como
que mi vida cambio y todos los problemas que tenia en casa eran poca cosa a
comparación del básquetbol.
Competir era inevitable con
otros colegios,los triunfos y las derrotas las saboreábamos pero duraban
poco,lo importante era jugar y divertirse, conocer mas amigos, visitar otros
sitios y soñar con tener un balón en las manos en todo momento, mi madre con
mucho esfuerzo y sacrificio un día me dio una
sorpresa, me regalo una pelota de básquet la cual termino puro hilo por
las muchas horas que practique, jamás me imaginé encontrar tantas vivencias
buenas y malas que formaron mi carácter, mí personalidad .ahora después de 37
años sigo viviendo y soñando básquet gracias a :UNA CANASTA DE AMOR.
JORGE YGOR ARIAS VILDOSO
LIMA-PERU
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